La creación de Árboles de la Vida Mexicanos (Árboles de la Vida) es parte de una tradición alfarera de arte popular de la región central de México. Las ciudades más conocidas por esta artesanía son Metepec, Acatlán e Izúcar de Matamoros.  Arbols de la Vida se le da a la cerámica enrollada a mano, generalmente en forma de árbol y está hecha de arcilla extraída localmente. Cada árbol está esculpido y pintado a mano y generalmente representa escenas bíblicas, flores, animales, ángeles y símbolos cotidianos normales de la vida del artesano a su alrededor. Se dice que el primer alfarero en desarrollar esta tradición fue Aurelio Flores quien comenzó a hacer Árboles de la Vida en la década de 1920.  Los árboles de la vida se usaban tradicionalmente como regalo para los recién casados como símbolo de fertilidad y abundancia.  Han evolucionado a lo largo de los años y ahora se pueden ver con imágenes que representan la cultura y la historia de México, incluida la decoración de altares del Día de Muertos para recordar a los seres queridos del pasado.  

​

Estos árboles de la vida mexicanos también se remontan al período colonial temprano cuando los frailes españoles encargaron a los alfareros indígenas que crearan candelabros con figuras bíblicas como Adán y Eva. Era una forma de evangelizar la fe católica a las culturas nativas incorporando sus tradiciones cerámicas con la historia del cristianismo.